Gustavo Herren (especial para ARGENPRESS.info)
Sin el contrapeso soviético y desenfrenados por las crisis económicas que ellos mismos producen, el imperialismo estadounidense y el europeo, junto con sus aliados árabes, siguen la hoja de ruta para el proyecto del Gran Oriente Medio y Norte de Africa. Sistemáticamente van avanzando sobre cada uno de sus objetivos, Irak, Afganistán, Sudán, Libia, Siria, Líbano, Somalia e Irán. Las grandes potencias occidentales se realimentan aplicando en Libia las lecciones aprendidas en Kosovo, Irak y Afganistán.
Cuando la injerencia es directa o invaden un país soberano, las grandes potencias imperio-colonialistas invocan valores nobles y humanitarios. Llevan la libertad y seguridad a la población, la modernidad, la civilización, el progreso, el desarrollo y la democracia, pero no cualquiera, sino la democracia liberal con su ideología insertada en el régimen capitalista de mercado. Suponen que no solo deberían estarles agradecidos los traidores y entregadores locales sino el pueblo invadido como un todo.
Al respecto Obama declaró ‘…el gobierno de Estados Unidos y el pueblo de Libia están unidos por sentimientos de libertad, justicia y dignidad, sus sacrificios han sido extraordinarios. Vamos a continuar en firme coordinación con el Consejo Nacional de Transición… Estados Unidos es amigo y socio de los libios y vamos a trabajar como socios y aliados para proteger sus intereses‘.
Desde el comienzo los líderes del triplete franco-anglo-estadounidense que comanda la invasión, ya habían declarado abiertamente su objetivo, Sarkozy afirmó ‘…Es imposible imaginar un futuro para Libia con Kadafi en el poder… permitirlo sería una traición inconcebible para el pueblo de Libia… que se convertiría en un Estado paria y fallido… mientras Kadafi siga en el poder, la OTAN y la coalición mantendrá sus operaciones para proteger a los civiles y presionar al régimen… luego puede comenzar una transición genuina, de la dictadura a un proceso constitucional inclusivo conducido por una nueva generación de líderes’.
Hace casi seis meses cuando lanzaba la operación Odisea del Amanecer para proteger al pueblo libio, el presidente premio Nobel de la Paz también deslizó públicamente el objetivo de la invasión ‘…Kadafi ha perdido legitimidad y debe irse… Es necesaria una transición ordenada, significativa y pacífica‘. Luego reajustó su discurso ‘…La política de Estados Unidos sobre el líder Muammar Kadafi es que necesite irse’, confirmando que los bombardeos humanitarios de la OTAN serían sobre objetivos civiles para crear el caos en la población. De hecho sus bombas ‘inteligentes’ destruyeron establecimientos sanitarios, de salud, educativos, de abastecimiento, usinas de energía, edificios oficiales, fábricas, rutas, puentes y viviendas de la población con cientos de civiles asesinados.
Actualmente, después de 20.000 misiones y mas de 5.000 ataques aéreos, y mientras la OTAN realizaba un furibundo bombardeo personalizado contra la vivienda del Hermano Líder y su familia, siguiendo la técnica de los asesinatos selectivos (como la que aplicaron a Osama bin Laden), el oscuro presidente pronosticó que el cambio de régimen estaba por ser alcanzado : ‘…El gobierno de Kadafi ha llegado a su fin… la oposición debe seguir tomando medidas para la transición pasiva, inclusiva y justa de los derechos de los libios’. La declaración fue rápidamente difundida y celebrada por las 4 grandes agencias internacionales de noticias que generan el 80 % de la información mundial. Del otro lado, la respuesta ante la prepotencia colonial de Francia, Estados Unidos, Gran Bretaña y la OTAN a 188 días de terror, muerte y destrucción y fue la de un guerrero del desierto ‘…Victoria o muerte contra la agresión’.
Los imperialistas están aplicando en Libia las lecciones aprendidas en Irak y Afganistán. En estos países, a pesar de la coalición de aliados, Estados Unidos no logró evitar el impacto y el desprestigio internacional por la matanza de cientos de miles de iraquíes, que provocó la Operación Libertad Iraquí para protegerlos de las armas de destrucción masiva y los excesos del monstruo Saddam Hussein, armado por el mismo Pentágono. En Libia, se bajó el perfil. Washington comanda desde atrás, encubierto como sus drones, Francia e Inglaterra más expuestos, pero todos diluyendo responsabilidades detrás de la gran pantalla, la corrupta OTAN constituida en gendarme mundial con la ONU a su servicio, junto con 14 países socios agresores y 14 que no participaron directamente, sino de una manera u otra como cínicos cómplices de la masacre libia.
Para los liberales toda crisis encierra una oportunidad, encontrar el orden dentro del caos es saber manipularlo, las revueltas árabes y el error de Kadafi con una represión supuestamente desproporcionada, crearon condiciones para que las potencias desaten una Guerra de Masas en Libia, y próximamente ni bien Europa y Estados Unidos la utilicen para recuperarse económicamente, en Siria, otro potencial aliado de Irán. La guerra de masas, es aquella provocada por elites extranjeras contra toda la masa de un pueblo, fogoneando las divisiones y enfrentamientos internos y suministrando armas y soporte económico a bandos estratégicamente elegidos para que se maten entre sí, habilitando la dominación extranjera. Lo que el presidente Chávez llamó la guerra de perros. Estados Unidos e Inglaterra son especialistas, esta última la aplicó como imperio colonial en la conquista de la India y con las guerras del opio en China. Últimamente lo hicieron en Yugoslavia y en Sudán, con la reciente secesión de la petrolera y pro-estadounidense región sur.
Se sabía que los brutales ataques aéreos de la OTAN difícilmente serían suficientes para derrocar al gobierno libio. La última fase del plan requeriría la invasión de tropas terrestres extraterritoriales. Pero la oposición libia no veía esto con buenos ojos, mostrando además su preocupación de que la población de Trípoli no se sienta invadida por tropas de Libia oriental. Por otro lado, teniendo en cuenta las experiencias del pantanal iraquí, los imperialistas estadounidenses y europeos tampoco volverían a cargar con el costo político mundial de aparecer nuevamente como invasores. Obama se ufanó ‘…Nuestros pilotos han realizados sus misiones con mucha valentía sin tener una sola tropa de Estados Unidos en tierra libia’.
Washington con todo éxito tercerizó en Honduras el golpe de estado contra el presidente Manuel Zelaya, el poder inteligente de Obama utilizó la experiencia para el golpe contra el gobierno de Kadafi.
La solución fue que la OTAN realizó la invasión indirectamente, mediante terceros. Se abrieron centros de reclutamiento de mercenarios, en Arabia Saudita, en Emiratos Arabes Unidos y en Qatar, la CIA y el MI6 los organizaron en Libia. Se configuró un ejército mercenario con nativos de tribus descontentas, con salafistas de Bengasi y Dernah, con egipcios de la Hermandad Musulmana, con tunecinos, y hasta con la participación de paramilitares colombianos y extremistas relacionados con Al Qaeda, los movimientos populares rebeldes armados nunca estuvieron. Aunque este fue el apantallamiento, detrás de esta fuerza contratista se hallaban los militares de Francia, Inglaterra, Europa del Este y Qatar entre otros.
Obama manifestó ‘…La OTAN ha probado que es la alianza más capaz del mundo con su fortaleza y aviones acompañada de ideales democráticos que muestran lo que puede suceder cuando trabajamos como socios iguales’, refiriéndose a los sediciosos del Consejo Nacional de Transición libio (una caterva compuesta entre otros por oportunistas y desertores del gobierno de Kadafi, neoliberales formados en los centros de poder occidental, líderes de las tribus adversarias, extremistas religiosos yihadistas de Darnah), y al furibundo lanzamiento de la operación ‘Amanecer de la Sirena’. Esta última estocada final, fue posible porque el gobierno de Obama, facilitó a las fuerzas especiales terrestres anglo francesas y a la OTAN el uso de la información de inteligencia de los drones, aviones y satélites del Pentágono (lo cual no sorprende a muchos argentinos, ya que una actitud equivalente tuvo Washington con Gran Bretaña en la guerra de Malvinas; Kadafi fue uno de los pocos que durante el conflicto proporcionó armas a Argentina). El ataque sobre la plaza de Trípoli y sus alrededores, tuvo una envergadura tal que la mitad de la Fuerzas Armadas libias sufrió bajas. Al bombardeo por saturación de la OTAN, se sumó el masivo ataque con helicópteros, el desembarco de armamento pesado y de tropas, y la ofensiva de grupos infiltrados en la misma ciudad. El saldo, una carnicería humana con miles de muertos y heridos.
Una lección sobre cuáles son las leyes de las grandes potencias occidentales que ostentan los primeros puestos en la estratificación jerárquica de la estructura internacional, es considerar el error que cometió Kadafi al confiar en los imperialistas creyendo que el servilismo y la cesión garantizaría su protección. Para éstos, el líder nunca dejó de ser no confiable e impredecible. En el fondo las leyes de las grandes potencias imperialistas/colonialistas, encubiertas por el derecho internacional articulado por ellas mismas, son simples y rudimentarias. Las relaciones son de puro interés, 100% pragmáticas, y aplicadas con una unilateralidad e impunidad proporcional al poder que los mantiene en la escala jerárquica mundial. Una suerte de colorario de la primitiva y tosca ley del más fuerte. Muchos líderes conocen que las grandes potencias no intercambian favores, sino que estos funcionan en un solo sentido, el servilismo no implica protección.
El presidente Chávez muestra conocer bien el tema. El oro es el actual refugio especulativo frente al debilitamiento del papel fiduciario de intercambio mundial, el dólar. Una muestra de la dependencia de los Estados menores a las grandes potencias, es que muchos de estos países siguen exportándoles la mayoría de sus recursos mineros auríferos, con regalías irrisorias, tal es el caso de Argentina. E increíblemente la subordinación al orden capitalista imperante es tal, que tienen depositadas como garantía partes significativas de sus reservas monetarias y en oro en los bancos de las grandes potencias capitalistas del norte. En el caso de Venezuela, en Suiza, Inglaterra, Estados Unidos, Francia, Alemania, y en bancos como el Banco de Pagos Internacionales de Basilea, el Barclays Bank, JP Morgan y la Reserva Federal de Estados Unidos, el BNP Paribas, el Deutsche Bank, Bank of Nova Scotia y el Banco Mundial entre otros. Otro tanto pasaba con las reservas internacionales de Libia. Pero debido a las sanciones económicas impuestas por las grandes democracias del norte para defender los intereses del pueblo libio, desaparecieron robadas tal vez, las reservas internacionales del país, unos 200.000 millones de dólares que el gobierno había depositado en los bancos occidentales, y que las usinas mediáticas del imperio intencionalmente llamaban fondos de la familia Kadafi.
Venezuela, con Chávez próximo a las elecciones y afectado por la enfermedad es otra plaza a tomar por la superpotencia imperialista del norte y sus aliados. Por lo pronto, el líder venezolano anunció que el gobierno repatriará las reservas de oro en el exterior y nacionalizará la explotación minera de ese metal, así como que movilizará las reservas internacionales del país, en parte hacia bancos de China, Rusia, India, Brasil y Sudáfrica.
Después de la ‘destrucción constructiva’ de la Gran Jamahiriya Árabe Libia Popular y Socialista, es decir dejar tierra arrasada, eliminar al enemigo militar y controlar a los opositores, los neocolonialistas deben reconstruir desde cero y en el nuevo orden capitalista, un Estado según el modelo angloestadounidense de Westfalia. Para evitar un nuevo Irak, deben de inmediato restaurar la vida normal en Trípoli y en el país, para esto tienen listos programas de apoyo económico internacional, de ayuda humanitaria de la ONU, y de los países islámicos ganadores como Emiratos Árabes Unidos, Qatar y Turquía.
Con las lecciones aprendidas sobre la guerra urbana irregular en el pantano de Irak y la resistencia talibán en la ciénaga de Afganistán, los neocolonialistas, que ya se están peleando por la repartija del botín libio incluido el negocio de la reconstrucción, buscan evitar un nuevo arenal. Por ello, buena parte de las fuerzas de seguridad de Trípoli provendría de la misma ciudad, con contratistas opositores y desertores. Para apoyar al Consejo de Transición pos-Kadafi, arribaría inmediatamente a la capital ‘como policía’, una fuerza de transición de mas de un millar de combatientes de Qatar, Emiratos Árabes Unidos y Jordania. Por su parte el Pentágono está preparando tropas que entrarán a Libia para ayudar a proteger las armas.
Respecto de destino planificado para el gran tirano, el Hermano líder, después que fracasara el intento de Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos para asesinarlo, el Consejo de Transición puso precio por su cabeza, vivo o muerto, al mejor estilo estadounidense del ‘Far West’. Por si esto fuera poco, el fiscal argentino de la Corte Penal Internacional condenó a Kadafi por los crímenes en Libia, pero no a George W. Bush y los otros líderes cómplices occidentales por los crímenes y masacres de civiles en Irak y Afganistán.
Todo gobierno que defienda los intereses nacionales y de su pueblo afectando a los imperialistas, es una amenaza que deberán revertir. El corrupto Hermano Líder, planeaba aumentar del 30% al 50%. la participación del Estado libio en el petróleo. Salvo Italia y Alemania, las petroleras occidentales estaban disconformes con los contratos y condiciones del gobierno, considerados extremadamente duros y 'abusivos'. A pesar de todo, el 90% de las ganancias petroleras quedaba en el país. En 2009, Kadafi rechazó el bajo precio del petróleo debido a la crisis global, y amenazó con expulsar a las grandes petroleras estadounidenses y europeas en favor de la compañía petrolera nacional de Libia, lo que hizo que Washington que lo calificara como amigo del 'nacionalizador Chávez'. Libia es una de las mayores reservas petroleras de África, y mas importante aún, con la mayor parte de su subsuelo todavía sin explorar.
Washington necesita desplegar el AFRICOM contra la penetración masiva de China en África: créditos blandos sin condicionamientos a los países, y mas de 5 millones de trabajadores y profesionales chinos en una multiplicidad de emprendimientos sino-africanos. La Libia con el tirano Kadafi había evitado toda relación con la OTAN, y es uno de los 5 países africanos que rechazó integrarse en el AFRICOM. El Pentágono proyecta plantar bases militares en el norte de África, y es probable que con el nuevo gobierno títere llamado Consejo Nacional de Transición, la cede central del AFRICOM no tarde en ser trasladada de Stuttgart (Alemania) a un nuevo hogar, Trípoli. Sería buen escarmiento para los libios anti-imperialistas y una advertencia para los Estados menores de África y Sudamérica, al convalidarse el principio R2P (Responsabilidad Para Proteger) aplicado en Serbia, en que las grandes potencias pueden intervenir donde quieran con la excusa del derecho a proteger a los civiles.
La Cumbre América del Sur - África 2011, debía realizarse en Libia. En la anterior en Venezuela (2009), Kadafi había cuestionado al Consejo de Seguridad de la ONU, había llamado a la unidad del Sur y propuesto la creación de una ‘OTAN del Sur’ : ‘…Tenemos que luchar para construir nuestras propias fuerzas. ... Miren el Atlántico Norte, no hay una separación, América del Norte está vinculada desde todo punto de vista con Europa, a través de las comunicaciones, de las flotas, de todo. En cambio en el Atlántico Sur, hay un vacío y lo tenemos que llenar antes que lo hagan otros. Poner fin a ese abismo y crear continuidad entre nosotros, ya sea a través de alianzas, convenios, pactos, para organizar una acción histórica, estratégica, que pueda llenar ese vacío de manera que redunde en beneficio de la comunicación marítima, aérea, gasoductos, oleoductos, del turismo, etc. Que el Sur se interconecte como la OTAN del Norte. Ellos se sienten fuertes y muy potentes. Tienen su teoría: piensan que el mundo se divide en dos partes: señores y esclavos. En el norte están los señores y en el sur los esclavos. Y que en el mundo hay dos partes: una que produce y otra que consume. El norte produce, el sur consume lo que produce el norte. Si trabajamos juntos, quebrantaremos esa teoría...'
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