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jueves, junio 7

Los medios informaban, y los internautas celebraban, lo que parecía la salvación de Wirikuta.

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Las mentiras sobre Wirikuta
Guadalajara, Jal., 6 de junio del 2012.
Texto: Alberto Spiller

Un frémito de júbilo y de felicidad recorrió las redes sociales el pasado 24 de mayo. Los medios informaban, y los internautas celebraban, lo que parecía la salvación de Wirikuta. Las autoridades federales anunciaron ese día que el sitio sagrado de la etnia huichol, amenazado por explotaciones mineras y agrarias, había sido liberado de las concesiones otorgadas a empresas internacionales de la minería y devuelto a las comunidades indígenas, que desde tiempo inmemorial recrean su cultura y sus tradiciones en este lugar del desierto de San Luis Potosí.
Sin embargo, la euforia duró poco. Se fue tan rápido como llegó, al igual que el helicóptero que el 29 de mayo llevó a una reunión con autoridades wixárikas, celebrada en el norte de Jalisco, al secretario de Economía, Bruno Ferrari, cara de un gobierno que en la cuestión de Wirikuta pretende engañar a la opinión pública, pero sobre todo a los huicholes, para los que este territorio representa el sitio sagrado más importante, el lugar donde nació el Sol y tuvo origen su universo.

Anuncio fraudulento

En un comunicado, las comunidades wixarikas y diferentes asociaciones reunidas en el Frente en Defensa de Wirikuta, el pasado 25 de mayo, dieron a conocer que “Ayer el Gobierno Federal, a través de los titulares de las Secretarías de Gobernación, Economía, Reforma Agraria, Medio ambiente y la CDI, comunicó que en la modalidad de un Decreto presidencial se declara Reserva minera nacional una área de aproximadamente 45 mil hectáreas, dónde no habían sido otorgadas concesiones mineras. Y esto no fue consultado con las comunidades wixaritari. Quedan sin protección más de 95 mil hectáreas”.
 Los afectados consideran que el anuncio del gobierno es “incompleto y lleno de datos falsos que distorsionan la realidad del lugar sagrado. No se cancela la minería en la totalidad del territorio sagrado de Wirikuta”, como pretendían dar a entender los autoridades que anunciaron la medida gubernamental.
Bruno Ferrari, en el evento realizado en el Museo de Antropología, de la Ciudad de México, en que se dio a conocer el decreto, declaró que la empresa canadiense First Majestic, una de las mineras que tienen concesiones en la zona de Wirikuta, “ha decidido no realizar trabajo alguno en los lugares sagrados del pueblo wixárika que existen dentro de su concesión”.
 Lo anterior sería refrendado por el hecho de que la minera cedió –al gobierno y no a las comunidades wixárikas– un lote minero de 761 hectáreas, sobre el que, en realidad, First Majestic no tiene ningún interés económico, explica César Díaz, director de la Unidad de Apoyo a las Comunidades Indígenas (UACI), de la Universidad de Guadalajara. “No es cierto que no se está trabajando en Wirikuta. Hay empresas agroindustriales y mineras que están realizando trabajos de exploración y explotación, a los que no se ha parado”.
De acuerdo al citado documento del Frente para la Defensa de Wirikuta, la propuesta de regresar el lote de 761 hectáreas por parte de la minera canadiense, cuya concesión fue otorgada a su filial mexicana Real Bonanza, fue planteada ya desde enero de 2011 y rechazada por el pueblo wixárika, “por considerar que Wirikuta no es sólo el cerro Quemado, sino que la constituyen por lo menos las 140 mil 212 hectáreas en su integridad”.
Además, se especifica que dicho lote “es zona estéril sin mineralización económica, y parte de una zona que no estuvo en los planes de explotación minera de First Majestic. En realidad el proyecto de explotación de la empresa queda intocado en el esquema gubernamental”.
Al respecto, Santos de la Cruz Carrillo, comisariado de bienes comunales de la comunidad huichol de Banco de San Hipólito, Durango, dice que la restitución del lote minero es un anuncio mediático y político, y que “la zona concesionada de First Majestic es más de 6 mil hectáreas, de las cuales 5 mil 700 están dentro del Área Natural Protegida”.
Actualmente las mineras tienen proyectos activos en la región, con 79 concesiones que abarcan el 70 por ciento del territorio del sitio sagrado, declarado área natural protegida por el estado de San Luis Potosí, continúa el también abogado que trabaja en la Asociación Jalisciense de Apoyo a Grupos Indígenas (AJAGI). Esto implica que 97 mil hectáreas están concesionadas, de las cuales 59 mil pertenecen a la empresa Revolution Resources y a las que no se hace referencia alguna en el decreto gubernamental.
“Este anuncio del gobierno es una mentira. First Majestic reiteró la semana pasada que va a continuar con los trabajos de exploración y explotación, pero aún no ha presentado su manifestación de impacto ambiental y otros requisitos que se le piden, pero dijeron claramente que el proyecto minero va a continuar”.

La reunión en la sierra
Los representantes de las comunidades wixárikas se reunieron el pasado martes 29 de mayo con el secretario de Economía, para replantear estrategias en defensa de Wirikuta, después y a pesar del anuncio del decreto gubernamental. En la reunión, realizada en una localidad de la comunidad de San Sebastián, municipio de Mezquitic, los indígenas reiteraron su apertura a dialogar con el gobierno, a pesar de la displicencia que demostraron las autoridades en tomar decisiones sin involucrar al pueblo wixárika.
“Lo que acordamos fue establecer un mecanismo para crear mesas de trabajo y analizar y profundizar la problemática de Wirikuta. No puede llegar él (secretario de economía) y aventarse un discurso y ya, sino que tenemos que sentarnos a trabajar en conjunto para buscar la estrategia de cómo revocar las concesiones mineras, porque al final de cuenta el responsable es el Estado mexicano”, dijo De la Cruz Carrillo, que como autoridad de su comunidad, forma parte también del Consejo Regional Wixárika para la defensa de Wirikuta, máximo órgano para la toma de decisiones en asuntos relacionados con el sitio sagrado.
Agregó que el pueblo wixárika sigue con las mismas demandas, que son la cancelación de todas las concesiones que existen en Wirikuta, y la declaración del sitio sagrado como área cultural y natural protegida federal, con el modelo de Reserva de la biosfera. “Se lo planteamos al secretario, y él, supuestamente, como siempre se ha comprometido, pero ahora hay que ver a qué se compromete”.


Otras irregularidades
En el evento celebrado en la Ciudad de México el gobierno presentó un estudio de georreferenciación de los lugares sagrados y de las concesiones mineras en el territorio de Wirikuta. Sin embargo, explica César Díaz: “La forma en que está haciendo las cosas el gobierno es una farsa, es decir, que presentaron solo una parte del trabajo de georreferenciación que se había acordado con la comunidad, pero que al final no se realizó en conjunto”.
Este estudio para ubicar los altares sagrados no tuvo el consenso del pueblo wixárika, ni consultaron a todas las asambleas de las comunidades, las cuales, por ende, rechazan sus resultados.
“Esto nos hace pensar que hay una intención de desarticular la lucha del Frente en Defensa de Wirikuta y de toda la sociedad civil que se ha volcado a apoyar esta lucha”, dice al respecto Díaz.
La actividad minera no es la única que está amenazando el equilibrio ecológico y el patrimonio cultural del sitio sagrado. Lalo Guzmán, guardián comunitario del pueblo wixárika en Wirikuta, aseguró en entrevista con Michelle Pérez, para la revista Tukari, de la UACI, que “la afirmación de que no hay actividades que atenten contra Wirikuta en estos momentos, es falsa, porque desde hace años se han desarrollado distintos proyectos agroindustriales, como son tomateras, devastando y deforestando totalmente toda la flora nativa”.
Y añade: “Sí hay proyectos y sí hay actividades de exploración minera dentro del polígono de Wirikuta. Eso ya lo sabían los secretarios, y sin embargo siguen ofreciendo una cara de no saber nada ante la opinión pública”.
Como explica Jaime Hernández, responsable de la línea Justicia y Autonomía, de la UACI, “existe un amparo de protección otorgado en febrero de este año por la justicia federal, con el que se logró la suspensión de la actividad minera en tanto no se resolviera el fondo del asunto, que es la cancelación total de las concesiones”.
Agrega: “a pesar de esta suspensión, siguen habiendo actividades de exploración y de extracción, lo que constituye un delito federal, porque se están violando resoluciones judiciales”.
Uno de los objetivos principales del Frente en Defensa de Wirikuta es obtener la declaratoria de la zona como Reserva de la biosfera, que es la máxima categoría de las áreas naturales protegidas. “Porque ahora lo está solamente en el ordenamiento estatal, lo que ha provocado que el estado de San Luis Potosí cambiara los usos de suelo de las unidades de manejo ambiental para otorgar las concesiones”, dice Hernández.
Lo que se requiere es el decreto federal, con el que “deberían proteger, pero por lo que se ha visto, no hay la intención por parte del gobierno federal de responder a los intereses de la comunidad huichol, sino a los intereses económicos de las mineras”.
Lo que queda, por lo pronto, es el desconcierto y la indignación frente a la actuación del gobierno. “Para nosotros fue algo absurdo y sorprendente que el Estado mexicano haya declarado que Wirikuta se encontraba libre de amenazas y de concesiones, y que por lo tanto al pueblo wixárika se le había devuelto todo su sitio sagrado”, concluye Santos de la Cruz.
“Es muy grave que el gobierno mexicano haya mentido a la opinión pública nacional e internacional y sobre todo para nuestro pueblo. Es una burla”.

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